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12.06.2020
ALCOHOL: eficacia como desinfectante y antiséptico

Los desinfectantes y antisépticos constituyen una herramienta esencial para controlar la diseminación de agentes infecciosos. A continuación veremos cómo funcionan y cuáles son eficaces.

Definiciones:

Tanto los desinfectantes como los antisépticos son agentes químicos que actúan inhibiendo el crecimiento o destruyendo microorganismos. Sin embargo existe una diferencia entre los conceptos.

Desinfectante: utilizado en el proceso de desinfección de objetos, superficies y ambiente.

Antiséptico: utilizado en el control de microorganismos de la piel u otro tejido vivo, ya que no afectan sensiblemente a los mismos.

Clasificación

Los alcoholes poseen una acción rápida y de amplio espectro, actuando sobre bacterias, hongos y virus, pero no son esporicidas.

Dado su nulo efecto esporicida, los alcoholes no se recomiendan para esterilización, pero sí son habitualmente usados para desinfección de superficies o antisepsis de la piel.

Con el término alcohol, nos referiremos a dos compuestos principales usados como agentes desinfectantes:

  • Etanol o alcohol etílico (C2H5OH).
  • Isopropanol o alcohol isopropílico ((CH3)2CHOH).

Sus aplicaciones son similares, pero sin embargo el alcohol isopropílico es más efectivo como bactericida; mientras que el alcohol etílico es más potente como virucida. Además, este último es menos irritante para la piel.

Las concentraciones óptimas de uso varían entre 70 y 90%, siendo los dos compuestos efectivos para la desinfección. Se ha comprobado que los productos que contienen un porcentaje inferior al 60% son menos eficaces a la hora de eliminar microorganismos, y es probable que solo sean capaces de ralentizar la proliferación de los gérmenes en lugar de liquidarlos por completo.

Mecanismo de acción

Los alcoholes actúan destruyendo la membrana celular y desnaturalizando las proteínas. Su eficacia está basada en la presencia de agua, ya que así penetra mejor en las células y bacterias permitiendo el daño a la membrana y rápida desnaturalización de las proteínas, con la consiguiente interferencia con el metabolismo y lisis celular, por lo que es necesaria la dilución del compuesto con agua (concentración por debajo del 90%).

El alcohol ataca y destruye la cápside vírica que rodea a algunos virus, entre los que se encuentra el coronavirus. Se trata de una proteína fundamental para la supervivencia y la multiplicación del virus.

No tiene efecto residual pero varios estudios demostraron que es capaz de reducir el 99.7% la concentración microbiana. Su acción es rápida, incluso desde los 15 seg.

Precauciones:

Pueden no ser efectivos con presencia de suciedad, restos de materia orgánica y mucosa, ya que estos actúan como protector de los microbios y el desinfectante pierde eficacia en esas condiciones.

Por lo tanto, en la desinfección de superficies conviene primero realizar una limpieza de la misma antes de la aplicación del producto. Para el uso como antiséptico, siempre es efectivo lavarse con agua y jabón.

Almacenamiento

El alcohol es incoloro, pero volátil e inflamable, por lo tanto debe almacenarse en ambientes fríos y bien ventilados. Además se evaporan rápidamente, razón por la cual deben mantenerse bien cerrados.

Eficacia

La determinación de la eficacia de un desinfectante se puede realizar mediante la valoración de la concentración de alcohol en el laboratorio. Existen dos metodologías analíticas: la determinación de la densidad del producto luego de una destilación, o mediante una corrida en un cromatógrafo gaseoso por comparación contra estándares.